09/01/2022
tomando una cerveza
sentado en el suelo del antiguo piso,
sin un solo mueble alrededor,
antes de devolver la llave.
por un momento he podido recordar,
gracias a esa desnudez,
por qué me decidí
entonces por este sitio.
es curioso
cómo a veces el final se parece
tanto al principio.
Este es el comentario con el que acompaño a este brillante poema en deseos de otras noches:
Llegamos a un poema clave (quizá el mejor del poemario) en el que se materializa esa idea de ciclo, de eterno retorno nietzschiano, que sobrevuela los demás. Marc nos enfrenta a una de las imágenes que más impactan de la vida, la de una casa vacía, sin muebles; y lo hace en el momento de dejarla, de devolver una llave que fue nuestra y que nos abrió durante un tiempo el camino a nuestro refugio.
Sentado en el suelo, sin silla, sin un sitio donde apoyar la cerveza…; quien haya vivido una escena semejante conocerá el desamparo y la soledad que se pueden llegar a sentir (a mí me pasa hasta con el cuadro de Los acuchilladores de parqué de Caillebotte, y eso que hay tres personas). Y, sin embargo, Marc, en una muestra de crecimiento personal, de maduración, no transmite pena, se muestra casi frío, y equipara con simple curiosidad el momento de la llegada con el de la partida. Desnuda totalmente de emociones el momento (quizá lo de «gracias a la desnudez» no se refiera a la casa, sino a él mismo): no importa que al llegar fuera todo ilusión por ver dónde irían los muebles y al irse pena por haberlos perdido; Marc consigue congelar la escena, fotografiar el momento, y, efectivamente, así visto el piso de entonces y el de ahora se parecen mucho.
Es una de las mejores capturas del momento que yo conozco en la poesía, una muestra de calma, equilibrio y serenidad que, enlazando con el poema anterior, seguramente se haya conseguido gracias a unos días de verdadera felicidad, gracias seguramente a que se ha encontrado para dejar la casa un motivo que iguala al que existió para habitarla. O quizá lo contrario, gracias a haber vencido a la tristeza.
Este poema parece ser la clave detrás del optimismo y la superación
que enmarcan el poemario, frente a los anteriores. Se ha dado un paso que vence al ciclo, aunque no sea posible salir de él. Se ha encontrado algo bueno incluso en el vacío.