Un poemario con sorpresa final

El final de «deseos de otras noches» te hará querer volverlo a leer.

Podría haber sido un poemario más, uno de los muy buenos, pero uno más. Y, sin embargo, deseos de otras noches quiso ser algo más que un poemario, un digno hijo de su creador, Marc J. Mellado, que está claro que no es un poeta más, sino uno llamado a estar entre los grandes.No es solo la adictiva calidad llana (¿triple oxímoron?) de exquisitos poemas como «09/01/2022» o de versos como «convertí en costumbre el querer / estar en otro lugar» o «llega el tiempo de ventanas», no son solo los esclarecedores comentarios de Juan Romeu que acompañan a cada poema, ni siquiera es la valiente y nocturna portada. Todo esto ya haría de deseos de otras noches una obra fundamental, pero el poemario de Marc aporta aún algo más: juega de manera acrobática con la interpretación de la poesía en general. ¿Cómo?Los comentarios de Juan Romeu, que el lector probablemente dará por válidos, presentan un problema: no han tenido en cuenta un pequeño pero determinante detalle clave en el poemario, un detalle que se revela en un código QR al final del libro que lleva a un audio que le envió Marc a Juan como editor en el que le advierte de ello (¿puede ser el primer audio que se incluye en un poemario, cual carta de antaño, entre autor y editor?).Esta revelación consigue que se pueda dar al poemario una nueva lectura, que se  pueda trabajar en vivo con las interpretaciones de los poemas (¿es necesario que haya varias?; ¿puede haber alguna realmente equivocada?). Y esto hace que un mismo libro sea al menos dos a la vez y que la poesía se pueda disfrutar desde al menos dos coherentes perspectivas.Poco más se puede añadir. Si no lo habéis hecho ya, comprad este insólito poemario que hace de la complejidad de la poesía y de la vida algo ilusionantemente sencillo.

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